Durante las últimas semanas la vacuna de AstraZeneca ha estado en el ojo mediático dadas ciertas complicaciones de salud que han presentado algunas personas después de su aplicación. A la fecha se han aplicado aproximadamente 17 millones de vacunas de esta farmacéutica y solo un bajo porcentaje de ciudadanos han presentado algún problema posterior a la vacunación relacionado con coágulos de sangre o trombos.
Para el Dr. Luis Carlos Villamil, docente e investigador emérito de la Universidad de La Salle, estos eventos no deben de relacionarse con la vacuna, “todas las organizaciones mundiales como la FDA, OMS y la Agencia Europea de Medicamentos han sido muy cautelosos en la verificación de la efectividad de las vacunas contra el covid-19. Cada vacuna autorizada para los procesos de vacunación pasó por un proceso de “farmacovigilancia” lo que permitió determinar que cada una de ellas, era segura y cumplía con los requisitos para ser usada en los planes de vacunación mundial. Así que es muy irresponsable asumir que estas situaciones que se han presentado sean consecuencias directas de la vacuna. Algunos países tomaron la decisión de suspender la vacunación con fines netamente cautelares, pero bajo autonomía de cada país y no por las indicaciones de alguna entidad internacional de salud,” manifiesta el Dr. Villamil.
Estas entidades se encuentran desarrollando procesos de observación de forma cuidadosa específicamente con las personas que han manifestado algunas reacciones posteriores a la vacuna con el fin de hacer un seguimiento oportuno y así determinar las causas reales de la reacción. Sin embargo, ninguna entidad de salud ha señalado que la vacuna de AstraZeneca genere efectos secundarios.
En Colombia, las autoridades de salud están cautelosos frente a cualquier señal de anomalía que se pueda evidenciar posterior a la vacunación. Cabe aclarar que, a la fecha, no llegado el primer lote de esta vacuna al país.
La invitación desde la academia es a confiar en las vacunas adquiridas para prevenir la enfermedad y mantener la rigurosidad en los protocolos de bioseguridad. Disciplina y constancia con el uso del tapabocas, el lavado de manos y el distanciamiento físico de mínimo 2 metros.
Te invitamos a consultar aquí el modelo de alternancia segura de Unisalle.
