De acuerdo al Observatorio de Drogas en Colombia se estima que el gasto que ha tenido el país en materia de lucha contra las drogas durante los últimos 20 años asciende a un total de 76 billones de pesos y, a pesar de que se han obtenido resultados significativos durante estas dos décadas, no se han logrado los dos objetivos principales de esta lucha: reducir la oferta y la demanda de las drogas ilícitas.
César Niño, docente del programa de Negocios y Relaciones Internacionales de la Universidad de La Salle, asegura que “es una tradición en materia de política de seguridad nacional que el narcotráfico se aborde desde un enfoque militarista y policivo para la incautación y captura de estos cargamentos, lo cual responde a una serie de estrategias para mitigar el narcotráfico en el país que se han adelantado no solo en este gobierno, sino también desde los gobiernos de los ex presidentes Juan Manuel Santos e Iván Duque”, sin embargo, el docente lasallista también destacó que “luchar contra el narcotráfico no significa el fin de este problema”.
Te puede interesar: Unisalle llega a Chocó con proyecto de producción sostenible
Dentro de la política de drogas del gobierno actual, se resaltan dos componentes para abordar esta problemática; en primer lugar se está buscando dar “oxígeno” mediante la generación y fortalecimiento de oportunidades alineadas a la legalidad en los territorios y en una segunda instancia se habla de la “asfixia” a las organizaciones criminales a través de la afectación de su capacidad operativa. Ante este enfoque Niño resaltó, “esto tiene que estar integrado con una estrategia mucho más compleja de seguridad nacional, como, por ejemplo, saber cómo se abastecen los narcotraficantes, qué otro tipo de recursos tienen para sobrevivir a los mercados ilegales y por supuesto entender cómo podría atravesarse una estrategia de legalización”.
Finalmente, también es importante hablar de la responsabilidad de las comunidades en la generación de oportunidades lícitas para las personas inmersas en estas economías ilegales. Prueba de que lo anterior es posible destacamos la historia de Galo Ituyan, Ingeniero Agrónomo egresado del Proyecto Utopía de la Universidad de La Salle, quien destacó que desde su emprendimiento de cultivos sostenibles llamado Bioamazonía, sueña con que “se convierta en un referente de empresa en el Putumayo, que le podamos decir a nuestra gente que desde lo legal sí se puede emprender y sí se puede generar trabajo en la región”.
Conoce más sobre Bioamazonía en aquí.
