El pasado lunes 24 de octubre el Pacto Histórico recibió una lamentable noticia sobre el proyecto de paz. Después de 5 horas de debate la Ley de Orden Público que busca prorrogar y reformar la ley 418 y servir como marco legal para la política de paz del Gobierno fue rechazada por una diferencia de tres votos.
César Niño, docente del programa de Negocios y Relaciones Internacionales de la Universidad de La Salle, nos cuenta que está de acuerdo con la propuesta, sin embargo, opina que debe ser replanteada con una mayor asistencia y disciplina por parte de algunos copartidarios para ver reflejado un resultado positivo que lleve a la acción de votos.
Sumado a esto, “la propuesta la negaron por un pulso político muy complejo y es que este gobierno de Gustavo Petro ha reflejado bastante desorganización e inconsistencia en los argumentos para hacer que la aprueben a diferencia del pasado mandato donde la percepción de apoyo a este servicio fue muy clara protegiendo la militarización y asemejándola con la seguridad absoluta”, asegura Niño.
“Que exista una obligatoriedad no significa que el país sea más seguro, ni que haya mejores escenarios de no violencia o conflicto armado”, expresa el docente. Asimismo, el docente menciona que estos modelos se deberían reestructurar de acuerdo a las dinámicas políticas, sociales y de seguridad pues “Colombia necesita soldados profesionales, no solo bachilleres que un día estén con un lápiz y un cuaderno y que al otro día hagan un servicio militar con un fusil”.
Finalmente, el internacionalista expresa que “la guerra también es clasista”, pues, generalmente, las personas que suben de rango en la carrera militar son aquellas que ingresan por voluntad y pagan una matrícula, mas no quienes cumplen con el servicio obligatorio. Lo anterior refleja una “estratificación de la muerte” debido a que los soldados falleciendo en el campo de combate no hacen parte de las élites colombianas.
