De acuerdo con el estudio publicado por la comisión económica para América Latina y el Caribe, para 2019 en Colombia hubo una cifra cerca de 2.7 millones de jóvenes entre los 14 y 28 años que no acceden a educación y que son desempleados, de los cuales gran parte de esta población son mujeres.
“Las mujeres entran tardíamente en el mercado laboral debido a su permanencia en el sistema educativo, está demostrado que su transición de estudio a trabajo se da en menor cantidad en comparación con los hombres”, explica el profesor Roberto Mauricio Sánchez. En contraste, para los hombres es diferente; se suele ver un comportamiento en donde salen más rápido de la etapa educacional. También existen quienes pasan a ser parte de esta población por la dependencia económica con sus padres y no se emplean.
La investigación expone otros factores que pueden hacer que los jóvenes sean más propensos a no trabajar ni estudiar. “Por ejemplo, puede verse rechazo por la falta de experiencia o no contar con niveles educativos suficientes. Otro aspecto es el nivel de educación terciaria ya que paradójicamente la mayoría de los profesionales con estos estudios culminados no cuentan con una alta demanda laboral que les permita trabajar”, señala Sánchez.
El estudio buscó relaciones causales entre características socioeconómicas y la falta de estudio y trabajo haciendo un ejercicio riguroso en la evaluación de las diferentes variables. “Los hogares pobres no necesariamente tienen ninis, pero a veces los hogares pobres tienen bajos niveles de educación, baja escolaridad de los padres e informalidad laboral que puede volverlos más propensos”, añade.
En Colombia uno de cada tres son jóvenes que ni estudian ni trabajan, lo que puede significar que el país no garantiza oportunidades para esta población. “Para el gobierno no es rentable tener una población que no es productiva ya que se desaprovechan las potencialidades y muestra la fragilidad gubernamental, pues existe un gran capital humano pero poca demanda”.
Algunas propuestas para reducir este problema son los subsidios de nómina, el incremento de la productividad, o generar una política de reindustrialización, “es importante garantizar más educación en el presente para que en el futuro haya más inserción laboral”, concluye.
