En días pasados Juan Fernando Petro, hermano del presidente Gustavo Petro, mencionó en una entrevista que tanto él como su hermano habían sido diagnosticados con el Síndrome de Asperger en su juventud. Aunque Fernando Petro ya se rectificó respecto a sus declaraciones, esta coyuntura se presenta como una oportunidad para hablar sobre esta condición.
Para Elkin Sánchez, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de La Salle, “no podemos hablar de Asperger en este momento, no sería correcto, podemos hablar de un síndrome del espectro autista leve a moderado, es decir, el niño manifiesta una serie de características propias del autismo, pero a la vez puede tener una interrelación social así sea mínima”.
Hablar acerca del Síndrome de Asperger como diagnóstico clínico en la actualidad es un error, ya que no es una enfermedad reconocida por la comunidad médica. A pesar de que el Asperger tuvo su lugar en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM por sus siglas en inglés), para su versión número cinco el síndrome perdió su independencia clínica y pasó a ser parte de los Trastornos del Espectro Autista (TEA).
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Es importante destacar que, el grupo de personas que se encuentran en cualquiera de los TEA, pueden presentar dificultades a la hora de interactuar con otras personas y mostrar conductas o intereses repetitivos, sin embargo, el decano Sánchez resaltó que “el paciente autista no tiene ninguna limitación funcional que le impida aprender, y al no tener daños estructurales en esas zonas del cerebro responsables de la creación científica de alto nivel, el autismo se convierte en un aliado que focaliza todos los esfuerzos mentales de la persona en esas áreas que le llaman la atención, le preocupan y en las que quiere profundizar al máximo".
