¿Qué son los lunares?
Los lunares son crecimientos de la piel que se presentan con frecuencia. Aparecen como puntos cafés, planos o elevados, están formados por células pigmentadas llamadas Melanocitos. En la mayoría de las personas se desarrollan durante la niñez y la adolescencia. Estos lunares pueden ser ovalados o redondos y casi siempre tienen menos de 6 milímetros de diámetro.
Estas manchas o pecas pueden presentarse en cualquier parte del cuerpo como el cuero cabelludo, las axilas, entre los dedos de las manos y de los pies y hasta debajo de las uñas.
¿Son peligrosos siempre?
En la mayoría de los casos los lunares no representan riesgo para la salud pero en un porcentaje muy bajo pueden presentar cambios que hay que vigilar pues deben ser valorados por el médico especialista de la piel. Es por esto se tiene una clasificación de acuerdo a sus condiciones definidos ABCDE.
A: Asimetría: Una mitad es diferente de la otra.
B: Borde: Bordes irregulares, cortes u ondas.
C: Color: Cambios de color, varios colores o un color irregular.
D: Diámetro: Crecimientos del lunar (más de 6 milímetros).
E: Evolución: Cambio de tamaño, forma, color o altura de un lunar, en especial, si parte o su totalidad se vuelve negro. Aparición de rasquiña o sangrado en el lunar.
¿Qué cuidados se deben tener con los lunares?
Se deben tomar las medidas que busquen proteger la piel contra la radiación Ultra Violeta (UV) tales cómo:
Evitar las horas en las que el sol está más fuerte: Los rayos solares son más fuertes entre las 10 a. m. y las 4 p. m. Programar actividades al aire libre para otros momentos del día incluso en días nublados.
Usar protector solar: Aplicarse protector solar 30 minutos antes de salir al aire libre aun en los días nublados. Utilizar un protector solar de amplio espectro que tenga un factor de protección (FPS) de al menos 50. Aplicarlo cada dos horas, o con más frecuencia si se está practicando un deporte.
Cubrirse: Las gafas de sol, los sombreros de ala ancha, las mangas largas y ropa de protección pueden ayudar a evitar los nocivos rayos UV. Hoy en día se consiguen prendas fabricadas con tela especialmente tratada para bloquear la radiación UV.
Evitar las lámparas de bronceado: Las lámparas de bronceado emiten radiación UV y pueden incrementar el riesgo de padecer cáncer de piel.
¿Qué relación tienen los lunares y el cáncer de piel?
El melanoma es la complicación principal de los lunares. Algunas personas tienen un riesgo mayor que el promedio de que sus lunares se vuelvan cancerosos y se conviertan en melanoma. Entre los factores que aumentan el riesgo de padecer melanoma se encuentran:
Nacer con lunares grandes: Este tipo de lunares se llaman «nevus congénitos». Se clasifican como grandes si miden más de 2 pulgadas (5 centímetros) de diámetro, incluso un lunar grande rara vez se vuelve canceroso y casi nunca antes de que el niño llegue a la pubertad.
Tener lunares poco comunes: Los lunares que son de forma irregular y más grandes que un lunar común se conocen como «Nevus atípicos o Displásicos». Suelen ser hereditarios y por lo general, tienen centros de color marrón oscuro y bordes más claros.
Tener muchos lunares: La presencia de más de 50 lunares comunes indica un mayor riesgo de padecer melanoma. Dos estudios añaden a la evidencia que la cantidad de lunares predice el riesgo de tener cáncer. Uno de esos estudios demostró que las personas de 50 años con 20 o más lunares en los brazos tienen más riesgo de presentar melanoma. En el otro estudio, se halló una relación entre la cantidad de lunares de las mujeres y el riesgo de cáncer de mama.
Tener antecedentes personales o familiares de Melanoma: Si has tenido melanoma tienes un mayor riesgo de que un lunar se vuelva canceroso. Además, algunos tipos de lunares atípicos provocan una forma genética de Melanoma.
¿Qué otras recomendaciones se pueden dar en cuanto a los lunares?
- Evitar ocasionarles traumatismos repetidos como por ejemplo rascarlos y/o cortarlo; en el caso de los hombres con lunares en la cara en la zona de la afeitada, se debe considerar la consulta especializada para definir si es mejor retirarlos.
- No aplicarles cremas o productos para disolverlos si no han sido formulados por un especialista en dermatología.
- Se debe acudir a control periódico por el dermatólogo si la persona presenta un número elevado de lunares en su cuerpo (más de 40).
- Las personas mayores de 40 años deben ser más estrictos con la valoración por el especialista en dermatología.
- Hoy en día con la mayor exposición al sol, se están presentando complicaciones de los lunares (cáncer de piel) a menor edad.
Bibliografía
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/moles/symptoms-causes/syc-20375200