La formación integral y el desarrollo humano son elementos esenciales de la identidad de la Universidad que inspiran la acción institucional y favorecen el liderazgo y la proyección social de los estudiantes. Es por ello que hemos impulsamos distintos espacios de participación estudiantil y liderazgo sociopolítico, con el objetivo de permitir y favorecer las formas propias de organización juvenil desde sus propios intereses.
“Cuando hablamos con las empresas, nos dicen que los profesionales lasallistas se diferencian por su carácter ético, social, honestidad y claramente por su preocupación por lo que ocurre en el país; es decir, por su perspectiva política y social y esos son elementos que distinguen a un lasallista”, comenta el Hno. Diego Andrés Mora, Vicerrector de Promoción y de Desarrollo Humano quien también agrega que hablar de excelencia y desarrollo humano en la Universidad de La Salle no es un eslogan, para nosotros es una realidad que se ve reflejada en nuestros estudiantes y egresados.
Desde el año 2014 más de 19374 estudiantes han participado en Clúster de Desarrollo Humano Integral y Sustentable (DHIS) que es una propuesta de asignaturas electivas para que los estudiantes apunten a desarrollar competencias en áreas del liderazgo social, político, emprendimiento y cuidado del medio ambientales, entre otras.
“Nuestros Centros de Interés que se apalancan desde la Dirección de Vida Universitaria cuentan actualmente con 217 participantes, los grupos culturales tienen 71 estudiantes, la selección deportiva 82, y los semilleros de investigación, que son abiertamente promovidos por la Vicerrectoría de Investigación y Transferencia cuentan con 1605 participantes. Tenemos Especialización en Voluntariado, y Voluntariado Universitario. Estos son algunos de los espacios que disfrutan los estudiantes para el desarrollo de sus capacidades de liderazgo”, concluye el Vicerrector de Promoción y Desarrollo Humano.
La excelencia de La Universidad de La Salle ante todo tiene que ver con la formación de profesionales y de personas íntegras, éticas y responsables de su profesión que, por su conocimiento, sus valores, su capacidad de trabajo colegiado, su sensibilidad social y su sentido de pertenencia contribuyen a la búsqueda de la equidad y la defensa de la vida.
