Según el más reciente estudio realizado por la firma TomTom Traffic Index, los bogotanos pierden 132 horas al año por culpa del tráfico en hora pico. Aunque algunos ciudadanos le atribuyen los constantes embotellamientos a obras como las que se están adelantando en la ciudad para la construcción de nuevas troncales de Transmilenio y la primera línea del Metro de Bogotá, Edder Velandia Durán, docente del programa de Ingeniería Civil de la Universidad de La Salle, considera que el principal problema de movilidad que tiene la ciudad es el uso de vehículos particulares: “lo que hay que entender es que las mayorías en Bogotá se mueven a pie, en bicicleta y en transporte público, no se están moviendo en vehículos particulares y, realmente, las ciudades tienen que esforzarse para mover gente, no para mover carros”.
Para el docente lasallista, desincentivar el uso de vehículos particulares debería ser una prioridad que se debe impulsar desde el distrito mediante la ejecución de proyectos que ya se han estudiado hace varias administraciones “como los cargos de congestión y la construcción de vías en dónde existan peajes, esto implica un trabajo en tecnología para identificar esos vehículos que ingresan en estas zonas de congestión y cobrarles el respectivo uso de estos corredores”.
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Por otro lado, Velandia destacó que “desde los ciudadanos también tenemos que ser conscientes que con estos costos la gente tendría que buscar alternativas como caminar, utilizar bicicletas, hacer uso de los taxis, usar el transporte público y definitivamente entender que si yo sigo sacando el vehículo voy a estar sometido a problemas de congestionamiento”.
Si bien es cierto que la movilidad en Bogotá es un problema que parece no tener solución, el uso de alternativas más sostenibles con el medio ambiente y más eficientes a la hora de transportarnos en la capital representa una gran opción para mejorar la calidad de vida de los bogotanos.
