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Manejo ante la incertidumbre. Apoyándonos como familia

La sobreexposición a pantallas digitales durante la cuarentena puede afectar la salud visual

Desde la teoría sistémica familiar se concibe que la familia es “un conjunto organizado e interdependiente de personas en constante interacción, que se regula por unas reglas y por funciones dinámicas que existen entre sí y con el exterior”, (Minuchín, 1986, Andolfi, 1993; Musitu et al., 1994, Rodrigo y Palacios, 1998). Definida como sistema, la familia tiene la capacidad de la homeostasis o el equilibrio. Este equilibrio se puede alterar por circunstancias como el nacimiento de un hermano, una mudanza, la adolescencia, un fallecimiento, la aparición de una enfermedad, la separación entre padres, etc. ¿entonces qué efectos tienen estas circunstancias en las familias? Normalmente después de los desequilibrios, las familias aprenden y vuelven a una cierta calma u homeostasis.

Actualmente, las causas desestabilizadoras habituales se siguen manteniendo, pero la irrupción externa, por ejemplo, de la pandemia de coronavirus ha situado a las familias a replantear el concepto de equilibrio, sobre todo para aquellas familias que no están tan habituadas a convivir con la inestabilidad y la incertidumbre. Ya no se trata tanto de aprender a volver a un equilibrio, pero sí de saber cómo transitar en la inestabilidad.

Normalmente se considera a la familia como un soporte que brinda seguridad para que sus integrantes dispongan de un entorno estable donde poder crecer y desarrollarse de una forma saludable. Algunas características relevantes que los sistemas familiares presentan en el proceso de adaptación pueden ser, entre otras, las siguientes:

 

  • Los sistemas familiares están en la capacidad de buscar estrategias que reduzcan la activación emocional. Eso es, mantener la calma y la serenidad en situaciones de tensión procurando otros momentos para resolver.
  • Dejar espacio para expresar las emociones.
  • Reconocer el miedo en su justa medida.
  • No crear falsas expectativas.
  • Retomar hábitos saludables.

 

Aquellas familias que aprendan a convivir con la incertidumbre saldrán seguramente más reforzadas después de cada cambio y aumentarán la resiliencia del grupo y de cada uno de sus miembros de forma individual.

 

Para mayor información puedes comunicarte vía correo electrónico a trabajosocial@unisalle.edu.co

 

Referencias:

González, D. (2020). Gestionar la incertidumbre del coronavirus en familia. En Universidaddepadres. Madrid, España.

Bronfenbrenner, U. (1987). La Ecología del Desarrollo Humano, Barcelona, Paidós

Minuchin, S. (1986). Familias y Terapia Familiar, Barcelona, Gedisa.

Ochoa de Alda, I. (1995). Enfoques en terapia familiar sistémica, Herder, Barcelona.

Olson, D. H. (1991). Tipos de familia, estrés familiar y satisfacción con la familia: una perspectiva del desarrollo familiar. En C. J. Falicov (comp.), Transiciones de la familia. Continuidad y cambio en el ciclo de la vida, Buenos Aires, Amorrortu.

 

 

 

 
 

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