Reflexión del Hno. Niky Alexánder Murcia, Rector de la Universidad de La Salle, con motivo del Día del Educador
El 15 de mayo celebramos el Día del Educador. La fiesta, instituida desde 1951 por Decreto Presidencial, evoca el legado pedagógico del francés San Juan Bautista de La Salle –a quien el Papa Pío XII proclamó patrono de los educadores– y de sus hijos espirituales, los Hermanos de las Escuelas Cristianas, cuya obra en Colombia data de 1890.
Con gratitud reconocemos la ingente e imprescindible labor docente de nuestros maestros y maestras que, desde distintas realidades a lo largo y ancho del país, apuestan por la construcción de ciudadanías para la paz, y aportan al desarrollo social, productivo y sostenible del país, al tenor de la ciencia, la tecnología, la investigación y la responsabilidad social.
En el actual escenario político y de cara a la contienda electoral, muchas voces se han levantado a favor de la democratización del conocimiento, recordando la deuda histórica que tiene el país con la educación superior. Para saldar esta brecha y devolver a los actores educativos el lugar que les corresponde en la generación de soluciones para afrontar los retos de toda una nación, la educación superior no puede quedar marginada de la agenda pública.
Las propuestas en torno al imperativo de lograr la total cobertura nacional de la educación superior, a través de la virtualidad, la presencialidad o modalidades combinadas, deberá contemplar todo lo que ello implica en términos de acceso e infraestructura, innovación tecnológica, modelos flexibles de aprendizaje, articulación con las realidades y necesidades de los territorios, acompañamiento integral a los estudiantes, y responsabilidad ético-política, entendiendo el papel mediador de las universidades como garantes de una educación de calidad que dialoga y comprende las particularidades de la ruralidad y de los pueblos que las habitan –campesinos, indígenas, afrodescendientes…–, con la claridad de que no solo es necesario ahondar en los qués: qué objetivos, qué resultados perseguimos…; también es preciso resolver los cómos: cómo lo haremos, cómo se financiará…
Los espacios de diálogo interuniversitario que se han constituido para proponer acciones concretas ante los retos que tenemos como sociedad, en el marco de la iniciativa “Pilas con el futuro”, en la que hemos participado 16 universidades, nos llevaron a presentar a los candidatos presidenciales un informe en el que se detallan los puntos más álgidos y representativos que deberán incluirse en la agenda del país, en torno a 17 ejes temáticos.
La generación de políticas que promuevan y sostengan el acceso a la educación superior con criterios de calidad y apelando al uso de las nuevas tecnologías, así como la apuesta por mejores condiciones para el ejercicio de la labor docente en todos los niveles, dará paso a una real dignificación de la profesión de los educadores de nuestro país y generará nuevas oportunidades de inclusión para nuestros jóvenes en todos los ámbitos de la sociedad.
