Recientemente Estados Unidos aprobó el proyecto Willow, un plan que aumentará la extracción de petróleo en la Reserva Nacional de Petróleo de Alaska donde lo ideal es sacar alrededor de 180.000 barriles de petróleo al día cuando el proceso esté en su máximo rendimiento.
Duván Mesa Fernández, director del programa de Ingeniería Ambiental y Sanitaria de la Universidad de La Salle nos habla de las repercusiones ambientales que traerá para el Círculo Polar Ártico y esta masiva extracción de petróleo: "una aprobación como estas de un país con un gran consumo energético como lo tiene Estados Unidos, es retumbante para el mundo ya que durante la campaña de Biden por la presidencia se habló de una transición energética progresiva de este país a las energías limpias lo cual no se está evidenciado con este proyecto”, expresa Duván.
Este plan va a comprometer la estructura ecológica en esta zona glacial. Esta área que ha sido reservada históricamente como un espacio de protección de los recursos para la biosfera del mundo se verá comprometido al igual que las especies nativas que habitan esta zona tales como los caribúes.
Con la operación de este proyecto se puede generar la migración de más metano, dióxido de carbono y gases de efecto invernadero que no van a contribuir con las metas estipuladas a nivel mundial que para 2050 sería carbono neutral. “si se piensan desarrollar más oleoductos y gaseoductos también puede haber riesgo de derrames en el agua y esto puede generar efectos que se verán reflejados a largo plazo y que tomara un lapso de 80 a 100 años para su recuperación”, explica el profesor Mesa frente al desarrollo de más proyectos de extracción.
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Finalmente, este proyecto aparenta ser bastante ambicioso en aras de tener más fuentes de energía, también cuenta con una posible falencia en temas de generación de empleos directos pues se habla de generar 2.000 o 3.000 empleos directos en fase constructiva, pero en la fase de operación, éstos podrían reducirse a un 60 %: “no sé si la cantidad de empleos que se generará en la fase constructiva y de operación de este proyecto compense el impacto ambiental que se va a producir. A corto plazo, esta intervención genera un rendimiento más inmediato que lejano”, puntualiza el experto.
