El Decreto 1174 del 27 de agosto de 2020 tiene como objeto la reglamentación del Piso de Protección Social, un mecanismo de cotización a pensiones para personas que tengan un ingreso menor al salario mínimo legal vigente a través de la contratación laboral por horas. Claramente, los beneficios para los trabajadores que coticen con esta modalidad serán menores a los establecidos en el sistema de seguridad social en salud y pensiones.
Según Jairo Guillermo Isaza, director del Doctorado en Estudios de Desarrollo y Territorio de la Universidad de La Salle, los trabajadores contratados por horas que tengan un ingreso mensual menor al salario mínimo tendrán que “afiliarse al esquema de Beneficios Económicos Periódicos (BEPS), que son un mecanismo de ahorro voluntario para la vejez y que opera desde el año 2015. Al cierre de 2019, los BEPS beneficiaron a 13.041 personas que recibieron, en promedio, un beneficio de $206.359 cada dos meses. Dicha cifra equivale a al 12.4% de un salario mínimo mensual de 2019 y se sitúa por debajo del ingreso de la línea de pobreza extrema en Colombia”.
Un estudio de Fasecolda realizado en 2019 asegura que solo una cuarta parte de los jóvenes llegarían a pensionarse cuando finalicen la vida laboral. La razón principal es que los contratos de trabajo no generan una estabilidad laboral y presentan unas condiciones insuficientes. Lo anterior genera una preocupación para el futuro de los jóvenes colombianos, pues, “ahora, con la posibilidad de que parte de esos trabajadores serán contratados por horas, la proporción de los jóvenes actuales que logrará una pensión de jubilación en la vejez será aún menor”, asegura Isaza.
Cabe resaltar que, en Colombia la contratación por horas estaba permitida bajo la modalidad de contratación por prestación de servicios la cual estipula una relación comercial, no laboral, con el empleador y deja exento al trabajador de cumplir con un horario o ser sometido a cualquier tipo de subordinación. En este caso, la contratación por horas pasa a ser un vínculo laboral que les permite a las empresas disponer del empleado según sus necesidades.
Finalmente, Isaza concluye que, “el Decreto 1174 de 2020 resulta, en la práctica, una reforma laboral que habilita la contratación por horas y ofrece un esquema de seguridad social con beneficios precarios”.
