El país lleva más de un mes en una de las crisis sociales más difíciles de los últimos años. Las manifestaciones sociales que iniciaron el 28 de abril han permitido ver una realidad que estaba escondida para muchos: las brechas de desigualdad social se acrecentaron como consecuencia de la pandemia, la reactivación laboral cada vez es más difícil para los empresarios y las oportunidades laborales para los jóvenes son pocas.
Es por esto que desde la Universidad de La Salle hemos propuesto diversos escenarios a través de los cuales podamos reflexionar sobre la situación del país y a su vez, se puedan brindar soluciones ante las problemáticas evidentes de las comunidades. Uno de ellos fue el que se realizó el pasado miércoles 2 de junio, de la mano con el diario El Espectador, en donde participó nuestro rector, el Hno. Niky Murcia, el Hno. Cristhian James Díaz, vicerrector académico y Laura Tatiana Cruz, representante de los estudiantes lasallistas.
A lo largo de este espacio se pudo dialogar sobre la necesidad de escuchar a los demás y entender sus posiciones desde otras ópticas. Para el Hno. Niky Murcia, “es fundamental pasar de la protesta a la propuesta. Entendemos las necesidades de los jóvenes de salir a manifestar sus inconformismos, pero también es necesario pasar de esos escenarios a propuestas que sean solidarias y con propósito social de cambio. Si no somos capaces de escucharlos y saber cuáles son sus necesidades más apremiantes, no podremos entender el contexto en el que viven y las soluciones que podemos brindarles”.
Por otro lado, Laura Tatiana Cruz manifestó la necesidad imperante de que la educación deje de ser un privilegio para muchos y se convierta en un derecho al cuál todos puedan acceder y así lograr formar a las nuevas generaciones teniendo en cuenta que, según el Ministerio de Educación Nacional, en el 2020 hubo una deserción del 2.7% representando en 243.801 niños, niñas y jóvenes que no pudieron estudiar bien sea en el sector oficial o no oficial.
Para el Hno. Cristhian James Díaz, es necesario que todos los diálogos que se han gestado escalen a niveles locales para que se puedan integrar a todos los protagonistas y actores. De igual forma, recalcó la importancia de poder trabajar articuladamente en la inclusión educativa y la protección de los derechos humanos.
Como Universidad sabemos que la violencia no es el camino hacia la solución de las dificultades sociales pero que, desde nuestro ejercicio académico, sí podemos ser actores indispensables en la construcción de cambio social. Así que se ha adelantado diversas iniciativas con el fin de brindar oportunidades de reflexión y escucha como lo fueron las mesas de diálogo lasallistas que se realizaron del 12 al 14 mayo y la participación activa en el proyecto que adelanta la Iglesia Católica, el PNUD y otras universidades públicas y privadas de la ciudad con el fin de crear escenarios de comunicación con jóvenes.
Si deseas conocer cómo se desarrolló este evento organizado por El Espectador, da clic en este enlace.
