Dimos inicio a este nuevo año reforzando los fundamentos inspiradores y perdurables de la herencia educativa lasallista de la mano del Hno. Carlos Castañeda, de la Universidad de La Salle Noreste, México, quien recordó que San Juan Bautista de la Salle dejó un legado para cada uno de los miembros de nuestra comunidad fraterna para ser embajadores y ministros de luz, de esperanza y de la misericordia de Jesucristo.
Estos fundamentos están plasmados en el documento Declaración de la Misión Educativa Lasallista, que guía la identidad de este órgano académico, del cual son parte miles de estudiantes de 79 países en todo el mundo.
Como Universidad estamos llamados a enriquecer la cultura de servicio que nos representa, además de encaminar todas nuestras acciones para responder a los desafíos del futuro con esperanza y fe, para así fortalecer la comunidad a la que pertenecemos.
El Hno. Carlos nos invita a ser ministros de luz: llevar la luz es encender la antorcha de la educación y de la fe para que se propague y en conjuto forme un resplandor que nos preceda, para así, iluminar el mundo y a los corazones que están cercanos a nosotros. También es nuestra responsabilidad ser ministros de esperanza, es decir, contagiar alegría y motivar a nuestros hermanos a construir en armonía espacios mantener el carácter comunitario y fraterno propio de los lasallistas, fomentando la inclusión dentro y fuera de nuestras aulas.
Por último, nos llama a ser ministros de misericordia y entender que somos parte de una sociedad rota que debe ser sanada desde nuestro rol como docentes y colaboradores con empatía, entrega y dedicación para sanar a aquellas vulneradas.
