César Niño, docente de Relaciones Internacionales de la Universidad de La Salle, publicó en la revista Trends in Organized Crime de Springer, una de las más prestigiosas en asuntos de seguridad y crimen, su más reciente investigación sobre el fenómeno político de este país caribeño titulado Phantom state in Haiti: criminal sovereignty and the mercenary remedy (en español: Estado fantasma en Haití: soberanía criminal y el remedio mercenario).
Este trabajo investigativo surgió luego del magnicidio del presidente de Haití Jovenel Moïse asesinado hace un año por mercenarios colombianos. “Este hecho nos llevó a preguntarnos: ¿cuál era el estatus del gobierno de Haití frente a las organizaciones criminales?, ya que nos llamó la atención poder explorar la capacidad que tenía el gobierno haitiano de cooperar con grupos criminales para sostenerse en el poder”, explica el docente.
En este trabajo se resalta el concepto de Estado fantasma, que según el profesor Niño es la perspectiva de que existen las instituciones, pero no funcionan, “Haití tiene una estructura política pero es suplantada en la competencia entre diferentes grupos criminales que buscan asumir la autoridad política.” Este término da a entender por qué en este país del Caribe las fuerzas criminales tienen un alto poder.
Ante el caso del magnicidio, el docente utilizó la metodología del rastreo de procesos que buscó las causas que llevaron a desembocar el asesinato del presidente de Haití. “Nos dimos cuenta que hay oligopolios de la violencia en este país asociados a elites políticas.” Además, encontró que hubo una dinámica del jefe de Estado de aliarse con las bandas criminales para seguir en el poder del país, por lo que fue esa la razón principal que llevó a su muerte.
Según Niño, el hecho de que el presidente de Haití tuviera relaciones con bandas criminales detonó la decisión de los rivales políticos de utilizar mercenarios colombianos para quitarlo del poder. “Hubo opositores que por medio de estos actores penetraron en los círculos más cercanos del presidente”. De igual forma, explicó que, ante este hecho la población haitiana está a la deriva en términos de autoridad estatal, pues las instituciones terminan siendo corruptas.
