En Colombia existen situaciones que generan estrés financiero en los ciudadanos, esto se debe en gran medida a las condiciones económicas del país, pues las personas deben pensar en sus gastos una vez se retiren, sus deudas, entre otras. Frente a esto, Jorge Luis Juliao, docente de la Facultad de Economía, Empresa y Desarrollo Sostenible desarrolló una investigación donde evaluó la relación entre transparencia y bienestar financiero, y cómo acceder a un servicio financiero honesto puede reducir las dificultades para financiarse, invertir su dinero o hacer transacciones sin preocupaciones.
Uno de los ejes centrales del estudio fue la transparencia informativa, la cual es la capacidad del cliente para acceder a la información pública con el fin de formarse un criterio sobre las políticas en general del servicio al que accede. En la investigación se descubrió que debido a una correcta gestión de la transparencia en los procesos financieros se puede disminuir la percepción de incertidumbre de los consumidores con relación a los productos o servicios que han comprado.
Además, el proyecto quería demostrar que la relación entre transparencia y bienestar financiero es mediada por el bienestar financiero de los clientes. Es decir, que las empresas pueden utilizar la transparencia como una dimensión estratégica a favor de los públicos objetivos que tienen algún interés con la empresa. “En el caso de los bancos, la transparencia mejora el conocimiento que tienen los clientes acerca del manejo de su dinero y en relación con el manejo de sus finanzas, esto finalmente significa una mayor comprensión de su situación financiera”, menciona Juliao.
A pesar de los beneficios que trae para el usuario final, el grado de transparencia en las empresas de Latinoamérica es bajo comparado con empresas de países desarrollados. Frente a esto, Juliao concluye, “divulgar información se hace cada vez menos costoso y las empresas pueden mejorar el bienestar de sus stakeholders siendo más transparentes. Es interesante notar que la transparencia es un acto de responsabilidad social en el cual no interviene el Estado. Este tipo de relación directa entre empresa y sus stakeholders es muy útil en contextos como el colombiano en el cual la regulación y cumplimiento de las leyes no es el mejor”.
