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¿Existe algún aporte de los murciélagos a la salud humana?

La rabia es una enfermedad causada por un virus mortal que afecta al sistema nervioso central y crea cuadros de encefalitis. Se transmite al hombre, normalmente, por la saliva o mordeduras y rasguños de animales domésticos o salvajes que estén infectados. El principal animal involucrado en portar y transmitir esta infección cuando se habla de ambientes rurales son los murciélagos vampiros comunes.


Diego Soler, docente investigador del programa de Medicina Veterinaria de la Universidad de La Salle, nos comenta que en los últimos años la humanidad ha sido expuesta a distintos tipos de enfermedades donde los murciélagos han estado involucrados generando así una percepción negativa. Sin embargo, esta especie tiene un rol muy importante en el ecosistema debido a que portan una variedad de virus en su cuerpo que permiten generar estudios sobre su sistema inmune para prevenir enfermedades futuras.


En Colombia existen 200 especies de murciélagos y solo tres se alimentan de sangre (…) el virus de la rabia siempre se encuentra en las glándulas salivales de los mamíferos y al tener contacto con otros animales viaja al sistema nervioso central y procede a terminar en la saliva para continuar su ciclo de propagación” según Soler, esta enfermedad es letal tanto en personas como en animales, por lo cual, existe una vacuna para evitar la infección.


El docente investigador nos cuenta que junto a la profesora Natalia Cediel, docente del mismo programa, y otros expertos de Estados Unidos y Colombia están desarrollando un proyecto que empezó el pasado mes de septiembre de 2021. El objetivo es observar la ecología de la transmisión y mantenimiento de algunos virus, como el de la rabia, teniendo como premisa que se puede transmitir entre especies o infectar animales y humanos como sucedió con el COVID 19.


“Como parte del trabajo de campo que estamos realizando, este año fuimos a cuatro lugares entre Chipaque y San Martín, Meta, para colocar trampas en cuevas y fincas ganaderas con el fin de capturar murciélagos, sacar muestras de sangre y poder observar si tienen anticuerpos contra la rabia. También, buscamos analizar y tomar datos de genética y biología de las especies”, señala Soler. Sumado a esto, el investigador resalta que encontrar la especie que se necesita para el estudio es más complicado de lo que se ve.


Desafortunadamente, por esta mala percepción que se tiene frente a estos animales, Soler explica que las personas los quieren destruir poniendo explosivos en las cuevas para matarlos. Sin embargo, hoy en día existen otros métodos de control en la población para evitar el impacto ambiental y conservación sobre esta especie.

 



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