La carrera por las vacunas contra el covid-19 que se está librando a nivel mundial ha evidenciado la inequidad social y la ausencia de solidaridad con los de nuestra misma especie. Países con mayor poder adquisitivo y más desarrollados han acaparado la compra de estos fármacos, mientras que las naciones de tercer mundo están a la espera de ayudas humanitarias. Estamos viviendo una etapa de inquietud y desasosiego que nos lleva a tomar medidas apresuradas, por tal motivo, es éticamente correcto que nos informemos de manera consiente para hacer parte de la solución y evitar caer en falsas noticias.
El investigador y docente lasallista Luis Carlos Villamil Jimenez, miembro del grupo de investigación Epidemiología y Salud Pública de la Universidad de La Salle, explica que, si bien en Colombia el proceso de adquisición no se ha mostrado a la luz pública como en otros países, es posible que las primeras dosis que obtengamos sean del lote que ofrece el mecanismo COVAX favorecido por la OMS.
Se prevé que los biológicos llegarán para el mes de febrero o a más tardar en marzo. El dr. Villamil comenta, “para reducir la mortalidad es necesario priorizar las poblaciones más vulnerables, es decir adultos mayores y personas que sufran de comorbilidades. De esta manera se puede reducir la letalidad, termino que en epidemiología se emplea para determinar la cantidad de individuos que se enferman y mueren”.
A pesar de que se ha debatido la posibilidad de vacunar en primera instancia a los jóvenes, por ser quienes más se exponen, el riesgo de muerte es bajo. Por otro lado, si las negociaciones por parte del gobierno colombiano con laboratorios como Pfizer y Moderna no han culminado, las primeras dosis que obtengamos se deben administrar correctamente.
Hay que tener en cuenta que las vacunas son gratuitas y se van a aplicar desde las EPS, las cuales pueden ratificar el historial médico de cada paciente. El doctor Luis Carlos recuerda que no hay una vacuna mejor que otra y que todas pasaron las pruebas desde el punto de vista de efectividad, es decir el 90% ya que ninguna puede alcanzar el 100%; de igual forma, resalta la importancia de continuar con las medidas preventivas como el distanciamiento físico, el uso de tapabocas y el lavado de las manos frecuente, pues, el efecto se puede manifestar cuatro o cincosemanas después y no se garantiza que la persona vacunada deje de transmitir el virus a pesar de que no enferme.
