De seguro, usted ha podido escuchar hablar del queratocono. Infiere –a partir de lo que ha escuchado– que es algo relacionado con los ojos, que se asocia al uso de lentes de contacto; que quita mucha visión y que es una enfermedad que puede causar ceguera. Lo anterior es cierto, pero, en esta nota la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de La Salle le quiere enseñar otros datos interesantes a propósito del Día Mundial de esta enfermedad, celebrado el pasado 10 de noviembre.
¿Qué es?
Es una enfermedad ocular que afecta la morfología y las características refractivas de la córnea, generando disminución de la agudeza visual de manera progresiva.
Si bien se puede relacionar su aparición con el frote ocular que genera, por ejemplo: las alergias, su etiología puede ser desencadenada por lesiones superficiales de la córnea (uso de lentes de contacto), traumatismo e incluso, se asocia a la mutación genética del gen VSX 1 que, en las personas y/o familias portadoras, podrían desarrollar dicha enfermedad.
Datos
- 1 persona por cada 2.000 en el mundo padece esta enfermedad.
- La padecen tanto hombres como mujeres
- Su edad de aparición con más frecuencia se ubica entre los 12 hasta los 40 años.
- Esta muy relacionada con enfermedades como: síndrome de Marfan, síndrome de Down y pacientes con asma.
Afecta la córnea
La córnea es la segunda superficie refractiva (antecedida de la película lagrimal) que más poder refractivo tiene: 43 (±2.5) dioptrías. Su función principal es mantener la trasparencia requerida por el fenómeno de la visión y ayudar a converger ópticamente los rayos a la retina (fondo de ojo).
En el queratocono, esta superficie tiende a adelgazarse perdiendo su capacidad de resistencia, aumento de su curvatura, la aparición de astigmatismos irregulares e incluso, pérdida de la transparencia ya mencionada.
Síntomas
Como se ha dicho, uno de los síntomas característicos es la disminución de la agudeza visual aún con la mejor corrección visual, acompañada de halos o sombras en las letras, sensación de ardor y/o rasquiña ocular constante y progresiva.
Tratamiento
Si bien depende del estadio en el que se encuentre esta entidad, se puede mantener farmacológicamente con antialérgicos y lubricantes que contribuyan a disminuir el frote ocular. Correctivamente, el queratocono se puede controlar con: gafas, lentes de contacto blandos, híbridos, rígidos, esclerales y, si es el caso, quirúrgicamente con segmentos intraestromales, crosslinking (refuerzo de las fibras del colágeno) hasta el trasplante lamelar o completo de córnea.
¿Cómo saber si tengo queratocono?
Es el profesional de la salud visual y ocular el que a través de técnicas explorativas y clínicas como: el examen de rutina, la biomicroscopía, la refracción, la topografía y tomografía corneal, la Aberrometría y la histéresis corneal, pueden diagnosticar y/o descartar la aparición y progresión de esta patología.
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