El proceso de transformar pieles animales en cuero es una actividad que en Colombia es poco tecnificada y requiere de varias fases las cuales dejan como resultado residuos tanto químicos como orgánicos y biológicos que al verterse en el agua generan un impacto ambiental bastante agresivo. Esta problemática se ha venido discutiendo ya hace más de 20 años, sin embargo, regular estos micronegocios no es tarea fácil, teniendo en cuenta que generalmente pertenecen a poblaciones vulnerables.
Considerando la preocupación ambiental y el daño irreversible que puede causar el cromo usado en estos procesos y el vertimiento de desechos que producen enfermedades en las poblaciones cercanas a los cuerpos de agua afectados; Simón Moreno y Carolina Torres, egresados del programa de Ingeniería Ambiental, dirigidos por el profesor Victor Marulanda Cardona, iniciaron la investigación denominada Aplicación de la Tecnología de oxidación en agua súper crítica al tratamiento de aguas residuales de la industria de curtiembres.
Guiados por procedimientos efectuados en otros países, desarrollaron en laboratorios de la universidad procesos de oxidación a alta presión y temperatura con el fin de retirar casi en su totalidad los desechos que no eliminaron los sistemas convencionales. El profesor Marulanda comenta, “la investigación se encuentra aún en etapa de laboratorio, y hasta que se genere soporte por parte de empresas o corporaciones ambientales grandes no va a ser posible probar esa tecnología a mayor escala”.
De igual manera, hace énfasis en que el impacto ambiental es bastante grave, teniendo en cuenta que los residuos pueden agotar el oxígeno de los ríos y afectar la vida de las especies que allí viven; por otro lado, poblaciones aledañas no pueden prosperar porque van a estar en contacto con esa contaminación tanto en materia orgánica como en material biológico y metales pesados. Finalmente, los afluentes contaminados llegan al río Bogotá y esto se convertiría en un problema significativo.
